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lunes, 9 de enero de 2012

CON BRAGAS Y A LO LOCO



Las calles de Nueva York pueden con todo, son monstruos que engullen lo que se les eche: gente, disparates de esas gentes, moda, tráfico, ruido, eventos, glamour, pobreza, rodajes, negocios, carreras, frenesí, ruido, basura, colores...



La calle lo engulle, deglute sin píloro ni estómago que valga. No hay digestión. Esto hace de esta ciudad el paraíso del callejero, su jungla te mimetiza y ya puedes ir como quieras, haciendo lo que te de la gana, siendo quien seas, que tienes un cero coma cero tres de interés, influencia, o impacto en tus vecinos de acera. Te comerá Saturno.
A las cuatro de la madrugada he visto a una mujer ensayar ballet clásico, giros y giros, por el vagón de metro L desde Bedford Av, hasta la 8Av.... ¡un, deux, trois, battement!

!!!. Sí, es ella, la de la foto, regresábamos de Brooklyn a Manhattan, y coincidimos en el metro. Can I take a picture? Pregunté yo, la única de todo el metro que asistía perpleja a sus movimientos, no me hizo el spagat, pero posó. Pensé que estaría colocada pero, sorprendentemente, unas semanas después me encontré con ella en Columbus Circus, muy elegante y me reconoció inmediatamente, me saludó e incluso me presentó a una amiga.Mmm, la gente no tiene pudor. ¿Se te ocurre? Viajar sola en el metro a esas horas de la madrugada haciendo pasos de danza... ¿Se te ocurre? Se te acerca una desconocida y te pide una foto... ¿aceptas tan contenta? En Nueva York sí. Y a mí me encanta. Vive y deja vivir. Viva la autoestima. Porque yo lo valgo y porque me da la gana. He visto chicas paseando en chanclas en pleno invierno, y curiosamente es de lo más habitual para muchas mujeres, incluso nevando, salir a la calle con zapatitos sin medias ni calcetines. Brrrr


Creo que esa actitud de autocomplacencia, de vale todo, es lo que ha podido influir durante décadas en que la gente viera con la más absoluta naturalidad esas desproporciones físicas humanas, los gordos más gordos del mundo han pululado por los Estados Unidos con plena integración en el paisaje, sin susceptibilidades propias o ajenas.


Es cierto que en los últimos años esto está cambiando y, al menos en Nueva York, ya no ves la cantidad tremenda de obesos.

A la gente le resbala lo que hagas y cómo lo hagas,cómo seas y cómo vas ¡en qué otro lugar del mundo se puede comer en la calle como se engulle en esta ciudad!La autocomplacencia, el orgullo de sí mismos y su patria es otro de los ingredientes que sazonan todo esto. Hace unos años nos instalamos en River Side, una zona maravillosa del Bronx (sí, sí, junto a las mansiones más increíbles que puedas imaginar), en un chalet que alquilamos. Todas las casas vecinas lucían su bandera americana, algunas en mástil, otras en el enano del jardín, la exhibición es más que plena, más que marketing, es pasión: se lleva en el corazón... e incluso en la cabeza.
Pero volviendo al tema de la fauna variopinta y de cómo en esta ciudad vale todo...

Lo comprobé en mis propias carnes al poco de llegar a Manhattan. Lo comprobé en mis propias carnes es la expresión adecuada porque...Va de culo... ¿ordinario? el culo sí, pero airoso, ¿la historia, ordinaria? puede, pero está basada en una hecho real, oye. Veréis, fui al trabajo muy mona y glamourosa, con un vestidito regalo de mi adorada y estilosísima Trini Alcón. Y eso, llevaba el vestidito a juego con un chaquetón de zorro, todo conjuntado de berenjena, a juego con medias grises y bufanda gris, mis zapatitos Shirley Temple.... Y tipi tipi tipi tipi tipi venga a caminar muy rápido al salir de la Global, porque como son 20 minutos de ida y otros 20 de vuelta caminando a casa, pues feliz del ejercicio, por ir adelgazando, así que me esmeré en caminar prieto y rápido. Tipi tipi tipi tipi...Y mira que notaba yo un fresco especial en el culo, ha refrescado...pero venga a apretar... cuando ya en pleno Times Square, noté cierta risita a mis espaldas y fué como si hubiera tenido telepatía porque no me hizo falta volverme a ver, no, directamente me toqué el y, ¡efectivamente, llevaba todo el culazo al aire desde hacía 20 minutos, porque la falda se había quedado subida entre mi espalda y el chaleco hasta la cintura!...........¿Vergüenza? Me reía feliz, tremenda!!.Y pensé: En todo el trayecto, y ya ha sido, ni una sola risa, ni un gesto, ná... estos que se han reído de cómo iba son turistas, ¿quién se fija en un culo al aire en Nueva York? Sí, ha sido en Times Square, y dirán "hay que ver lo que se ve en Nueva Yok, cómo le gusta ir a la gente, a cualquier edad las neoyorkinas se lanzan", lo contaràn ... ignorando que se trata de un culo palentino, nada menos, pero bien prieto.
Conclusión, haz lo que te de la gana, viste como quieras y disfruta, es Nueva York. Aunque yo me puedo aplicar similar sentencia costumizada por el cine de Almodóvar: "hagas lo que hagas, ponte bragas, incluso en Nueva York" Y ya puestas, si pueden ser de Victoria`s Secret pues mejor, nenas

Porque YORK lo valgo. Yeaaaaahhhhhhhh!!!!!

1 comentario:

  1. NO ME LO PUEDO DECREE. Esta vez TU realidad ha superado a la más calenturienta y creativa de las fantasías. Con TU culo al aire por ÑY! Eres la bomba!. ¡¡¡¡EXHIBICIONISTA!!!!
    Y hablando de bragas : qué pena que no tengamos fotos de nuestra sesión de Victoria's Secret en pleno Broadway con aquellos mostradores llenos de braguitas, tangas, sujetadores, corpiños, corsés, culottes... de TODOS LOS COLORES , tamaños y formas ; ay qué ansiedad!. Me lo llevo malva o negro?...:))) ¿tanga o culotte? Espero que TODAS hayais "sacado partido" de aquella estupenda compra :))) Ya veo que tú ¡¡¡¡sí!!!!

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