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lunes, 30 de noviembre de 2009

IRIS. CASUALIDAD O DESTINO.


Cómo serà realmente? Las cosas pasan porque está escrito en alguna parte que ha de pasar...dónde consta, quièn lo escribe... ¿y si es casualidad? Que lances dos monedas al aire a la vez que tiras 8 millones de botones, ¡8 millones! y las dos monedas coincidan en el mismo ojal...

He salido de trabajar y en lugar de tirar para casa he aprovechado que mañana es fiesta aquí, el dìa de Acciòn de Gracias, Thanksgiven, y me he ido a brujulear Broadway abajo de tienda en tienda. He estado tentada de comprarme unos California rolls para cenar pero no me he fiado del sitio. la calle estaba a reventar, todo el mundo haciendo compras para el pavo de mañana, ha estado chispeando todo el dìa, y aqui, con tanta contaminaciòn y derroche de luz, se pone una capa gris perla en el cielo que te deja atontado hasta el punto que terminas haciendo fotos a los cascos de los rascielos porque parecen màgicos.






Pasaba por delante de Marcys y he tenido que hacer una foto de esas. He tirado para casa, pasando por delante del Madison SqGarden cuando, de pronto, he visto pasar a una chica, como de resfilòn. De hecho, la ha dado tiempo a entrar en una tienda de pizzas antes de que yo reaccionara, esa cara... què barbaridad, no puede ser. Una chica en silla de ruedas con esa cara que... he dado la vuelta y he entrado donde las pizzas. ¿Iris?

No asimilo aùn que pueda haber una personita tan valiente. Me ha contado que se habìa venido ¡ella sola! a buscar trabajo. Y què historia, llega el primer dìa y se mete en un hotel, y conoce a una señora colombiana al dìa siguiente, en plena calle, que le pregunta por la silla de ruedas, porque resulta que la señora por la tarde cuida a un señor en silla. Y en ese instante la señora se entera de quE Iris està en un hotel y, sin màs, la invita a que se instale en su casa!! (casualidad, destino...) Y ahì està Iris, mails para arriba, silla para abajo, skype con España, buscando trabajo en Estados Unidos.

Me pongo tan contenta de haberla encontrado que la propongo que lo celebremos llevàndola a cenar en uno de los japoneses màs famosos de Manhattan.






Nos sentamos en la barra tepanyaki para ver trabajar a los cocineros y al poco uno de los camareros nos dice que a nuestra izquierda y a nuestra derecha estàn sentados españoles. A nuestra derecha un violinista en el tejado de una francesa que trabaja en una tienda de instrumentos musicales y a nuestra izquierda un fornido catalàn afincado por trabajo en Hong kong y de vacaciones en NY. Iris y yo intentamos prescindir de este "casual" encuentro porque estamos las dos encantadas y tenemos mucho de què hablar, no hemos parado desde que nos hemos encontrado. Pero estamos en el medio de los dos bandos y terminan succionandonos. Nos damos los titulares y cuando digo que estaba hasta ayer en telemadrid suelta el catalàn que trabaja en Hong kong ¨¿No conoceràs a Siro? ¡¡¡Siro!!!! que Antonio ha estado este mediodìa presentado los deportes con él!!!

Es un poco alucinante. Yo ya tenìa la sensación, y os lo he de confesar, que NY en algunos aspectos me recordaba a Madrid. Tiene algo... el que todo el mundo es bienvenido, la Gran Vîa te hace estar en tantos mundos como una calle de Manhattan. Es otra dimensión porque, efectivamente, esta es la capital del mundo, el otro dìa Sol Alonso me enviò lo que ElvirA Lindo sacò en El Paìs que iba de esto y yo pensè, què casualidad, lo habìa pensado esta misma semana. Pues bien, todo lo que ha pasado esta tarde noche lo perfila aùn màs.

Iris y yo hemos venido pasendo hasta Times Squar, ella ha hecho referencia a las luces y los reflejos en el cielo, el casquete sideral y, claro, le he hablado de mi foto. Ha cogido el metro dirección a Queens y hemos quedado que a lo mejor mañana se viene a pasar el dìa a casa, el Thansgiven, para bañarnos en la piscina, comer...


Cuando se ha ido me ha dado un arrebato de emociòn. he pensado en sus padres, especialmente en su madre. Què valientes tambièn, creo que me pongo en su piel y supongo que hay que ser valientes para no impedir que Iris lo intente y lo consiga. Me he acordado tambièn mucho de tì, Alba. Y, sobre todo, he pensado en esto de la casualidad y el destino, que ojalà que estuviera escrito al menos una parte, la que hace que sea tan emocionante la vida a veces, la que te lleva a imaginar que no puede ser casual y que por fuerza conduce a "esa puerta que esperas", la emociòn del estaba escrito y, que paradojicamente, pone la sorpresa, la gracia y la chispa a golpe de casualidades.

Y aquì el testimonio gràfico de esta tarde noche vispera de Thanksgiven


¿

1 comentario:

  1. ¿Se puede tener más suerte? Irse a vivir a Nueva York con esas vistas, cerca de esa cabeza de águila en la que salía a fotografiar Margaret Bourke-White, con amigos, con una cama king size, y lejos de la sostenibilidad.
    No sabes como te envidio, pero seguiré tui estancia y me parecerá que cada día también yo estoy en Nueva York.
    Gracias por visitarme.
    partisana-edith blogspot

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