Translate

miércoles, 10 de febrero de 2010

copito, CoPo, el espermatozoide y el COPÓN



Calculo que van ya una media docena de nevadas desde que estoy en Nueva York, en tres meses. Tres importantes y salvo la de hoy, todas han caído en fin de semana. Ah, curioso!... se lo piden.



En Navidades fuimos testigos de lo que es el bemol de la madre naturaleza en un aria blanca, estuvimos en Filadelfia,



y recorrimos el Parque Nacional Històrico del Valle Forge, donde las tropas de Washington, y èl mismo, pasaron un gèlido invierno. Escalofriante es una buena palabra, imaginando lo que tuvo que ser.



Ayer, vìspera del evento blanco (no el Real Madrid), asistí al desparrame televisivo de alerta, el ròtulo continùo informando de que los colegios estarìan cerrados, las conexiones desde los aeropuertos advirtiendo cancelaciones, reportajes sobre la artillerìa: sacos terreros de sal en los supermercados, utilitarios quitanieves con motor, elèctricos... En fin, que habìa una espectativa contagiosa.



Al despertarme esta mañana el paisaje no me ha decepcionado, todo nieve, este abismo entre rascacielos todo un suspiro blanco. Y ahì, flotando, copitos...
El copito, ahì de donde yo vengo, es una ternura de leche que muere en cristalito de agua en cuanto te toca. El copito americano es curioso.



El copito se te posa en la punta de la nariz y, nena, te han colgado una mochila. Què contundencia, copòn! Entonces comprendes... còmo es posible que aparezcan briznas, segmentos, zis zas de tizas, monìsimo el tetris blanco,copitos de los que tù estàs acostumbrado a ver varios a lo largo del invierno y, maldiciòn, nunca cuajan. Lo Comprendes, digo, en cuanto se te posa el copo en el hombro y te dan ganas de sacarle el DNI, oye, tremendo. Y claro, te cuaja... te cuaja hasta la saliva como no cierres abobado la boca. En una hora de copito te haces en el capò del coche un Alto Campoo.



De hecho, fuimos a esquiar a una hora de Nueva York, hay pistas para dar y tomar porque las montan como en España los Aquaparques. Vamos, el monte de Palencia, que a nosotros nos da estupendo para las bellotas y los ciervos, estos te lo rentabilizan con doce pistas y un puesto de hamburguesas.

lamento decirlo, pero he sacado un simil conclusiòn: nuestros copitos son como los espermatozoides, que de un millòn solo uno cuaja.



(lamento que la primera foto (Michael Nagle) y la quinta(Suzanne DeChillo) no sean mìas. New York Times)

2 comentarios:

  1. A mí también me has nevado Marquesa!
    ¿No caerás esas nevadas cada vez que te frotas la nariz? ummm es para sospechar.
    Las fotos son preciosas todas.
    Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar