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jueves, 21 de enero de 2010

TÚ ME BROOKLYN, YO TE MARSHALLS

David Jimènez lleva en Nueva York algo más de tres meses. Vive en Brooklyn, comparte piso con dos chicas estupendas que le miman tanto como èl a ellas. Es "un hombre en casa"
/a> Sus dos compañeras de piso, Cristal y Anastasia, han nacido para el mundo de la moda, la primera diseñándola y la segunda para escribir sobre ella. Ambas trabajan en restaurantes y le cuidaaaannn.
David es muy buen reportero y lleva crónicas de esta ciudad en el forro del abrigo, como en Chinatown se llevan los relojes, los que quieras. Al poco de llegar, quedè con èl para conocer Brooklyn. Y me encantò.
Tomamos el brunch donde trabaja Cristal, en ICI,un lugar con encanto y patio, como muchos de los restaurantes y bares de Brooklyn. http://www.icirestaurant.com/ en el 246 de Dekalb Avenue. Veràs siempre unas bicicletas en la puerta, con una planta en la cestita...


Brooklyn tiene el encanto del que carece Manhattan. La isla te hipnotiza como un parque temàtico, paff!! es un golpe brutal a los sentidos. Mientras que Brooklyn es el pellizo a un rincón de tì.Dicen Valentina Izaguirre y Juan Delcan que me tengo que ir a vivir a Brooklyn, que me pega Brooklyn...Y si ellos lo dicen, que ya os hablarè de ellos, yo tomo nota. David tambièn lo dice...
Lo cierto es que ya en este primer encuentro me gustó lo que ví. Como dice David, son incomparables los coffee shops, seducidos estamos en la 318 de Lafayette por Choice. http://choicemarketbrooklyn.com/, por sus postres, cafès y ambiente.

Nada me puede gustar màs que ir por la calle y encontrarme con un mercadillo, y bizqueo especialmente si se trata de una liquidaciòn familiar, esa costumbre americana de deshacerse de los trastos viejos vendièndolos a pie de puerta. Y las pizzas de Brooklyn...

David es amigo de los chicos con visera de Pizza Niza y le ponen los partidos del Real Madrid, ahí vimos el derby con el BarÇa. Bueno, yo solo recuerdo la pizza, deliciosa, y las viseras de los nizzardos
En fin, esto fue un poco el primer encuentro con el poder de Brooklyn.
A media tarde yo tenìa algo que hacer: Brooklyn, còmo no, tiene Marshall,s y yo iba para Atlantic Avenue enfilada. ¿Marshall,s, preguntò David, què es Marshall,s? Ahora iba a ser yo la que le enseñara. Despuès de tanta poesìa urbana tambièn David sucumbiò. Ay, amiguito... Si tu me Brooklyn... yo te Marshalls,s.

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